El motor wankel o motor rotativo es un tipo de propulsor que fue ideado por Felix Wankel en 1957. Wankel era un ingeniero alemán que diseñó un motor a explosión sin cilindros que constituyó una significativa mejora sobre los diseños tradicionales, aunque apenas ha sido empleado en la industria del automóvil.

NSU (fabricante alemán de bicicletas, motocicletas y automóviles que posteriormente fue el germen de Audi), Peugeot, DKW en motos o Mercedes apostaron por esta innovadora tecnología en un principio, aunque finalmente la desecharon, quedando Mazda como la única empresa automovilística que intentó aprovechar las posibilidades de este tipo de mecánica en la producción en serie.

Wankel concibió el motor rotativo en 1924 y obtuvo la patente en 1929. A lo largo de los años, fue mejorando el diseño hasta que, finalmente, desarrolló la versión definitiva en 1957. Este tipo de motor era especialmente interesante por funcionar de forma suave y silenciosa, y con escasas averías, gracias a la simplicidad de su diseño.

Ventajas del motor wankel

Los motores wankel tienen varias ventajas importantes sobre los diseños de pistones alternativos. Los motores wankel son considerablemente más simples y contienen muchas menos piezas móviles, lo que le hace más ligero (normalmente la mitad que un motor convencional de potencia equivalente), pero también eliminan completamente la masa oscilante de un motor de pistón con su tensión interna y la vibración inherente debida a la aceleración y desaceleración repetida, produciendo no solo un flujo más suave de potencia sino también la capacidad de producir más potencia al funcionar a mayores revoluciones.

Además de una mayor fiabilidad, debida a la eliminación de esta tensión recíproca en las piezas internas, la construcción del motor garantiza que, incluso cuando se sobrecalienta mucho, el motor wankel no se agarrota, como es probable que ocurra con un motor de pistón sobrecalentado. La simplicidad del diseño y el menor tamaño del motor Wankel también permiten un ahorro en los costes de construcción, en comparación con los motores de pistón de potencia comparable.

Otra ventaja es que la forma de la cámara de combustión de Wankel y la turbulencia inducida por el rotor móvil impiden que se formen puntos calientes localizados, lo que permite utilizar combustible de muy bajo octanaje sin preignición ni detonación, una ventaja particular para los automóviles de hidrógeno.

Mazda ha sido la marca que más apostado por este tipo de motores, montándolos en los extintos Mazda RX-7 y Mazda RX-8 y en el Mazda 787B, que lo utilizó en su victoria en las 24 Horas de Le Mans en 1991.

Mazda ha fabricado casi dos millones de automóviles con esta tecnología y, aunque desde 2012 no tiene en su oferta ningún modelo que utilice el motor wankel, acaba de anunciar un prototipo de un nuevo motor híbrido recargable (que saldrá a la venta en 2022), que incluye un pequeño motor rotativo y del que se espera un funcionamiento como generador.

El motor wankel o motor rotativo fue una interesante alternativa a los propulsores internacionales que, finalmente, no triunfó, aunque su popularidad puede volver a crecer gracias al coche híbrido y de hidrógeno y lo que puede hacer por ellos. ¿Lo sabías ya? Déjanoslo saber en los comentarios…

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